La carne argentina es sinónimo de calidad y sabor superior, y estos atributos se mantienen incluso cuando se exporta a miles de kilómetros de distancia, como es el caso de Europa. Pero, ¿cómo se garantiza que esta carne llegue a tu mesa en perfectas condiciones? La respuesta radica en un cuidadoso proceso de envasado y transporte que asegura la frescura y la seguridad del producto.

1. Envasado al vacío para conservar el sabor y la frescura:
La carne argentina se corta y se envasa al vacío en origen. Este método reduce la exposición al oxígeno, lo que previene la oxidación y el deterioro de la carne. Además, el envasado al vacío mantiene los jugos naturales de la carne, lo que contribuye a su sabor inigualable y textura tierna.

2. Transporte controlado a temperaturas óptimas:
Durante el transporte, la carne se mantiene a temperaturas controladas entre 0 y 3 grados Celsius. Este rango de temperatura es crucial para prevenir la proliferación de bacterias y mantener la calidad de la carne. Gracias a esta estricta cadena de frío, la carne llega a Europa con la misma frescura y calidad que si hubiera sido comprada en un mercado local argentino.

3. Ventaja en la durabilidad y tiempos de venta:
El envasado al vacío y el control de temperatura no solo preservan la calidad, sino que también prolongan la vida útil de la carne. Esto permite a los distribuidores europeos ofrecer carne fresca durante más tiempo, lo que se traduce en una mejor experiencia para el consumidor final. Además, los cortes específicos y la presentación de la carne argentina son ideales para una amplia variedad de preparaciones culinarias, lo que la convierte en una opción versátil y deseada en Europa.

4. Certificación y controles de calidad:
Para garantizar que la carne cumpla con los estándares europeos, se realizan rigurosos controles de calidad en cada etapa del proceso. Desde la cría del ganado hasta el transporte final, cada paso se lleva a cabo bajo estrictas normas sanitarias y de calidad, asegurando que solo la mejor carne llegue a tu mesa.

La combinación de estos factores hace que la carne argentina sea una opción segura, deliciosa y de alta calidad para los consumidores europeos. Al disfrutar de esta carne, no solo estás saboreando una tradición gastronómica, sino también la dedicación y el cuidado puestos en cada paso de su producción.